Ir al contenido principal
Consejería de Educación. Junta de Extremadura

El poder mágico para educar

En el Blog de Óscar González, profesor de Educación Primaria en el CEIP Lluís Vives de Bocairent y fundador del proyecto Alianza Educativa que tiene por objetivo mejorar las relaciones entre las familias y la escuela, hemos encontrado este artículo que nos ha parecido interesante para compartirlo con vosotros.

 

En este artículo me gustaría desvelar uno de los poderes «mágicos» que tenemos para educar con eficacia. Como comprobarás es algo muy sencillo pero de gran eficacia: se trata del poder del elogio

Algo que siempre destaco en las sesiones de las Escuelas de Padres y Madres que organizo es que la gran mayoría de madres y padres tendemos a destacar lo negativo, aquello que hacen mal nuestros hijos pero somos incapaces de reconocerles y valorarles lo que hacen bien. Y este, es un gran error.

 
¿Qué necesitan nuestros hijos?

José Antonio Marina destaca que hacia los dos años el niño dice una frase que nos retrata como especie: «Mamá, mira lo que hago» y como el propio Marina afirma cuando el niño dice esta frase no está pidiendo un caramelo o un bombón sino que está progresando y quiere que se lo reconozcamos.

Para progresar, evolucionar y crecer el niño necesita:

 

  • Sentirse útil y querido

  • Sentir que progresa

  • Ser tenido más en cuenta

  • Elevar su autoestima

Y todo esto lo conseguirá o no en función de nuestra manera de actuar como padres y educadores.

 

Si en nuestra manera de comunicarnos e interactuar con nuestro hijo estamos continuamente destacando lo negativo, lo que hace mal lo único que conseguiremos será que:

 

– No se sienta útil con un destacado sentimiento de incapacidad  e impotencia para hacer las cosas bien.

 

– No sienta que progresa.

 

– No le tenemos en cuenta y como consecuencia de esto dejará de actuar y de llevar a cabo algunas tareas.

 

– Tenga un concepto negativo de sí mismo (baja autoestima).

 

¿De qué forma haremos uso del elogio?

 

Ante todo, hemos de tener en cuenta que el elogio debe ser sincero y merecido. El niño se percata cuando lo elogiamos «por obligación». Además no podemos elogiarlo por cualquier cosa: por ejemplo, no podemos decirle «muy bien, me encanta ese dibujo» cuando ha hecho un simple trazo en un folio.

 

Veamos en qué situaciones haremos uso del elogio con eficacia:

 

1. Debemos hacerle sentir importante: El niño debe percibir que valoramos sus progresos y además debe escuchar cómo se lo reconocemos constantemente. Tenemos que decirle frases como: «cada vez lo haces mejor», «estás mejorando mucho tu comportamiento», «la profesora me ha dicho que cada vez estas más atenta en clase, no sabes lo que me alegra», etc.

 

2. Tenemos que destacar sus cualidades: Es decir, tenemos que destacar aquello que hace bien y recordárselo. No hace falta que sean grandes cosas, el secreto está en valorar y reconocerle esas pequeñas cosas del día a día: «qué bien has hecho ese dibujo, me encanta», «has sido muy simpático con el vecino», «eres muy bueno compartiendo con tus amigos: eres muy buen amigo», etc.

 

3. Debemos reforzar las conductas positivas: Es mucho más efectivo elogiar las conductas positivas que sancionar las negativas. Cuando el niño tenga el comportamiento que esperamos de él debemos elogiarlo y reconocérselo: «has recogido tú solo la mesa, qué bien», «muy bien por ayudar a tu hermana pequeña a subir la escalera: eres muy buen hermano mayor», «me encanta cuando trabajas en silencio y concentrado», etc.

 

4. Alaba sus logros: Tampoco hace faltas que sean logros inmensos, podemos empezar con pequeñas cosas: «ya te vistes tú solo: enhorabuena», «te has esforzado mucho este curso: enhorabuena por tu trabajo», etc.

 

Sentirse valorado le ayuda a crecer

 

Un buen ejemplo de esto lo leí recientemente en un artículo del blog de Daniel Coyle donde hablaba de un estudio que Rob Miller y Bruce E. Brown de Proactive Coaching LLC hicieron para entender lo que hace «un buen padre».  Para ello durante décadas preguntaron a los atletas en edad universitaria acerca de la manera en que sus padres habían hecho «un impacto positivo o negativo» sobre ellos. Después de varios cientos de entrevistas descubrieron dos cosas muy interesantes:

 

1. Los niños odian la conversación durante el viaje a casa después del partido (donde generalmente los padres destacan lo negativo): ¿Qué pasó en esa jugada?, ¿por qué fallaste ese tiro?, tienes que mejorar tu velocidad…

 

2. Reconocieron que hay una frase dicha por los padres que les traía felicidad. Una simple frase que les hizo sentir alegres, confiados y valorados: me encanta verte jugar.

 

Algo sencillo y poderoso: me encanta verte jugar. ¿No te parece fantástico?

 

Nota importante: Todo lo afirmado en este artículo es perfectamente aplicable también al profesorado, ya que también deben hacer un uso adecuado y eficaz del elogio.

Si quieres educar bien a tu hijo

PROTÉGELO, no lo cubras
ABRÍGALO, no lo tapes
AYÚDALO, no lo reemplaces
ÁMALO, no lo idolatres
ACOMPÁÑALO, no lo lleves
INCORPÓRALO, no lo aísles
MUESTRALE EL PELIGRO, no lo aterrorices
ALIÉNTALO EN SUS ESPERANZAS, no lo desencantes
NO LE EXIJAS SER EL MEJOR, pídele que sea bueno
NO LE PRODIGUES AMOR, dale amor
NO LO MANDES A ESTUDIAR, prepárale el clima de estudio
NO LE FABRIQUES UN CASTILLO, vivan todos con naturalidad
NO LE ENSEÑES A «SER», ayúdalo para que sea «él» mismo
NO LE DEDIQUES LA VIDA, vive la vida con él

Carta de un hijo a todos los papás del mundo

  • No me des todo lo que pido. A veces solo pido para ver hasta cuando puedo tomar. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñáis a gritar a mi también y yo no quiero hacerlo.
  •  
  • No me des siempre órdenes.Si en vez de órdenes, a veces melas cosas, yo la haría más rápido y con más gusto.
  •  
  • Cumplí las promesas,. Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es castigo.
  •  
  • No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o con mi hermana.me preferís antes que los demás, alguien va sufrir y si preferís a los demás seré yo quien sufra.
  •  
  • No cambies de opiniótan a menudo sobre lo que debo hacer, decídete y mantén la decisión.

  • Deja que intente valerme por mí mismo.Si vos hacéis todo por mí, yo nunca podré aprender.
  •  
  • No digas mentiras, ni me pidas que las diga por vos, aunque sea para sacarte del apuro. Me haces sentir mal y perder fe en lo que decís.
  •  
  • carta1Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga el porqué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.

  • Cuando estéis equivocado en algo, admítelo. Crecerá la opinión que yo tengo de vos y me enseñarás a admitir mis equivocaciones.
  •  
  • Trátame con la misma amabilidad ycon que tratáis a tus amigos, que seamos familia, no quiere decir que no podamos también ser amigos.

  • No me digas que haga una cosa que vos no queréis hacer.Yo aprenderé y haré siempre lo que vos hagas.
  •  
  • Enséñame a amar
  •  
  • Escúchame:Cuando te cuente un problema mío, no me digas: no tengo tiempo para pavadas o eso no tiene importancia trata de comprenderme y ayudarme.
  •  
  • Quiéreme. Quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque vosotros no creáis necesario decírmelo.

Los niños aprenden lo que viven

Si un niño vive criticado.
Aprenderá a condenar
Si un niño vive con hostilidad.
Aprenderá a pelear.
Si un niño vive avergonzado
Aprenderá asentirse culpable.
Si un niño vive alabado
Aprenderá a apreciar.
Si un niño vive con honradez
Aprenderá a ser justo.
Si un niño vive con seguridad
Aprenderá que es fe.
Si un niño vive con aprobación
Aprenderá a quererse a si mismo. 
Si un niño vive con cariño y amistad

Aprenderá a encontrar amor en el mundo.